En conmemoración del 30 aniversario de la Constitución de 1978

publicaré un texto adaptado que me pidieron escribiera no hace mucho.

Sobre la libertad:

Hablar en estos términos es hacer referencia a una situación utópica que difícilmente puede darse jamás.

Para mí, la libertad es poder escribir un artículo en contra de la independencia vasca y no encontrarme al día siguiente una carta con amenazas, no ser señalado y no recibir miradas aviesas. Poder manifestarme en contra de la monarquía y no recibir una notificación de los despachos de la Corona.

Porque, a pesar de poder expresarnos libremente, en los medios cualesquiera, no pasa simplemente por lograr una publicación, no basta con aparecer en la portada, en un reportaje, o en un titular. Es algo más que todo eso. Es poder caminar por la calle con serenidad, poder comprar el pan con tranquilidad, sin desasosiego. Acudir a actos públicos sin ser señalado por tus ideas.

La libertad no es algo que haya que mendigar, es un derecho, aunque aplicado dentro de los límites que le convienen al sistema. La libertad es algo más grande que todo esto, empieza cuando el individuo dice NO y lucha por obtenerla y termina cuando, sorteados los miles de obstáculos impuestos, logramos un estado máximo de bienestar después de expresarnos sin ataduras ni sogas alrededor del cuello.

Así, hoy en día los límites de la libertad, aunque probablemente menores que en otros tiempos y lugares, siguen siendo importantes, por esto, es realmente imposible tratar de explicar un concepto tan complicado. Cuando lo vivamos, cuando nos empapemos de libertad, entonces y solo entonces, quizás logremos comprender su verdadero significado, su alcance, su dimensión.

¿Qué nos queda? Adoptar alternativas utópicas alejadas de los dogmas impuestos. Se trata de conjugar una cierta planificación racional con la libertad individual que engloba razón y sentimientos.

La libertad es una mordaza.

No cabe duda que la Constitución de 1978 ha logrado, en apenas 30 años, contribuir de manera fehaciente a ampliar nuestro concepto de libertad. Punto de inflexión entre dos Españas, nido de derechos, deberes y libertades.

Felicidades España.