La realidad sobre la heroína en España.
De camino a casa he pasado por una autovía (que no conviene nombrar) en la cual he podido ver en pleno apogeo floril toda una plantación “salvaje” de opio, y sí, efectivamente, me refiero a la genuina papaver somníferum, de la que con esmero y paciencia uno puede extraer todo tipo de sustancias, algunas tan suculentas como codeína, o morfina.
…y si tenemos curiosidad y nos agrada la alquimia, mezclando morfina refinada con vinagre podemos obtener heroína – aunque de baja calidad -. Sí, habéis leído bien, en el campo y al alcance de cualquiera.
Este hecho data, o al menos así me consta, desde hace siglos.
Su cultivo en nuestro país es legal (no, no se me ha ido el teclado otra vez), su cultivo es LEGAL y LICITO. Eso sí, en plantaciones extremadamente (¿?) controladas por el Estado. Pero claro, si tenemos en cuenta la facilidad de propagación y la cantidad de semillitas que tiene cada fruto – varios miles -, no es de extrañar que la naturaleza abra las fronteras que cierran las leyes, y acaben esparciéndose por todas las serranías y litorales. Mire usted, ¡otra manera de fomentar el turismo!
Esta práctica de ir sembrando opioides en plan guerrilla se practica con asiduidad entre los consumidores habituales, según he leído en varios foros.
Los que tengamos abuelos con siete u ocho décadas seguro que les hemos oído comentar que a nuestros padres, ya les daban infusiones de una planta silvestre con un fruto esférico en su vértice… Cuando el niño se ponía enfermo, o tenía dolor, o no dormía: infusión de opio al canto. Pues por aquel entonces, en la España rural de la posguerra, era complicado tener acceso a la sanidad.
Por todo lo antedicho, y haciendo gala de mis antepasados, voy a tomarme una infusión de algo que me encontré por el monte ayer tarde, que seguro que me va bien…
Buenas noches.
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