Antaño, quesos, leche, cerveza, yogures, galletas, aceite de oliva, y legumbres sabían a "eso". Eran los sabores de siempre. Hoy, si se recorren los lineales de cualquier establecimiento de una gran distribución, en muchos casos resulta difícil encontrar un queso, una leche o un zumo que no tenga algo diferencial, desde la perspectiva simplemente del sabor, proceso de producción, de elaboración, presentación o por razones de salud como alimentos funcionales y en algunos casos incluso con propiedades casi curativas.
La moda de lo "ligth" ha llegado a tal extremo que hace del agua un producto más de adelgazamiento. ¿Cómo será el agua mineral que engorda?
Ya no compramos sólo leche o agua. Adquirimos leche con omega, más calcio o jalea real; queso con bífidus y sin sal, yogur con bífidus, huevos con omega, agua con sabor a limón, o cerveza con sabor a manzana...
Como seamos lo que comemos... lo llevamos claro.
Fragmentos extraídos de AQUI
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