El ministro transversal reconoce que su plan para vender coches se ha estrellado en la oscuridad de la crisis por el escaso alumbrado de las bombillas de bajo consumo.¿Será esta la causa de querer estimular las ventas de vehículos eléctricos?. La conclusión de su excelentísimo ha sido que es complicado controlar la demanda ya que además de ser caprichosa, tiende a producirse cuando al usuario le viene en gana . Tras este gesto antiespañol de los españoles, Solbes viene a recordarnos que es imprescindible comprarnos pisos y que sin ello, será difícil que un país civilizado pueda salir del atolladero . Poco a poco el escenario se va clarificando y deja al descubierto que el plan anticrisis del gobierno consiste en suplicarnos que nos sigamos endeudando, solo que ahora sin dinero.

A día de hoy la liquidez sigue sin verse en la calle y los gritos desesperados del ejecutivo empiezan a sonar a tomadura de pelo. Con una población que se debate entre el desempleo y las dificultades para llegar a fin de mes, lo de las SS ( Solbes, Sebastián) empieza a ser tan ridículo como abroncar a un etíope por no pecar de gula. ¿A esto hemos llegado? . Meses después de reconocer una crisis que llevaba tiempo en la calle, las propuestas del gobierno se reducen a recalcar la necesidad de que incidamos en las causas que nos llevaron hasta ella. Todo un razonamiento ilustrado. La incapacidad del ejecutivo de solucionar nuestro día a día empieza a rozar el mismo patetismo con el que el presidente mendiga la foto en la casa blanca. ¿Es esta la clase política que solucionará la crisis mundial?. Señores ministros, han perdido ustedes una buena oportunidad para estar callados.